ENTREAMIGOS EN LA INAUGURACIÓN DEL XVI CONGRESO DE LA FUNDACIÓN BLAS INFANTE

A 100 años de la Asamblea de Ronda

Sábado, 23 de noviembre de 2018. En El Casino de Ronda

ENTREAMIGOS pondrá en escena la obra BLAS INFANTE EN RONDA

A las 12 de la mañan recrearemos la presencia de  Blas Infante en Ronda, en aquella primera asamblea en la que se aprobaron el himno, la bandera y el lema de Andalucía.

Juan Antonio García será el encargado de encarnar al padre de la patria andaluza. Su presencia en Ronda significó el arranque del andalucismo y fue precisamente nuestra ciudad la que tuvo el honor de acoger aquella asamblea, que a lo largo de los años se ha ido conviertiendo en el momento fundacional del sentimiento andaluz.

Yo me encargaré de iniciar la representación con mi poema tituladp «VERDE, BLANCA Y VERDE» y daré paso a la presencia de Blas Infante, que dará lectura a las resoluciones de la citada Asamblea de Ronda.
El poema y las palabras de introducción estarán acompañadas por la guitarra magistral de Antonio González Muñoz, «El Cuqui».  Maite Ríos se encargará del maquillaje y la caracterización y José Manuel, como siempre, de la coordinación general.

GUION de BLAS INFANTE EN RONDA

1. VERDE, BLANCA Y VERDE

Porque en el alma se enciende:
verde, blanca y verde.

Blanca como la inocencia.
verde como la esperanza.
Blanca albura que ilumina
la frescura de tus playas,
la nobleza de tus sierras,
el calor de tus entrañas.
Verde excelencia que ciñe
tu abundancia de amalgama
de genios y de culturas
subyugados por tu causa,
la gloria de tu pasado,
los sueños de tu mañana.

Porque en el alma se prende:
verde, blanca y verde.

Blanca de nieves eternas,
verde de campos al alba.
Blanca de pueblos dormidos
al filo de las montañas.
Verde de verdes campiñas
de espigas verdes doradas.
Blanca verdad que desciende
desde tus montes al alma.
Celestial Andalucía
recogida en sus tres franjas:
Desde Jaén hasta Huelva,
desde Sevilla a Granada,
de Cádiz hasta Almería,
desde Córdoba hasta Málaga.

Orgullosa plenitud
en tu escudo se aquilata
como una verdad abierta
que hacia el mundo se derrama,
que hacia el universo mira
y al infinito se lanza.
Enseña que lleva a sangre
la quintaesencia bordada
de sus hombres y mujeres,
de sus risas y sus lágrimas.

Desde Ronda se dibujan
tus franjas acrisoladas,
que lucen como tres soles
alumbrando la mañana.

Verde blanca y verde;
verde, verde…y blanca.

 

(La escena estará presidida por un cartel (o proyección) a tamaño natural de los asistentes a la citada Asamblea de Ronda, en el que faltará Blas Infante, que se incorporará posteriormente. En su lugar estará la mesa, lo más parecida posible a la utilizada en aquel año y día, y un sillón, Al entrar Blas Infante sonará una guitarra por rondeñas, que se irá apagando para dar paso a su parlamento)

Presentador. – En este lugar en el que nos encontramos hoy, en una mesa parecida, en un piso más abajo que entonces, y con los personajes que aquí vemos (señalando la foto), se celebró hace 100 años la 1ª Asamblea Andalucista, presidida por D. Blas Infante Pérez.

Para cualquier andaluz es profundamente emocionante estar y sentirse en el mismo lugar, en el mismo ambiente y en la misma ciudad en la que, a propuesta del presidente, se aprobaron los símbolos de Andalucía y se tomaron acuerdos decisivos para nuestra historia.

En este ya legendario contexto que hoy nos acoge, fue el citado presidente de la Asamblea, quien procedió a exponer los acuerdos tomados, por lo que ruego comparezca en este acto y tome la palabra D. Blas Infante para dar lectura a aquellos acuerdos y a su “Ideal Andaluz”.

En este momento avanza, bajando por la escalera desde el piso superior, Blas Infante, que sube al estrado, situándose en el sitio que debió ocupar en la citada Asamblea. Una vez allí se dirige a los asistentes.

Blas Infante. – Queridos compañeros, una vez finalizada la Asamblea Regionalista que celebramos en esta ciudad de Ronda, se ha llegado a las siguientes conclusiones:

1ª. Aprobación de la Bandera de Andalucía.

A lo largo de toda su historia, el espíritu de la bandera de Andalucía siempre ha sido el mismo: representar con sus colores, el blanco y el verde, la paz y la esperanza de un pueblo.

En su diseño definitivo, la bandera nacional andaluza, a partir de esta Asamblea de Ronda, estará compuesta por tres franjas horizontales del mismo ancho, verde, blanca y verde. El verde se justifica por ser el color del califato Omeya de Córdoba y el blanco, el propio del Imperio Almohade; periodos ambos que supusieron las dos épocas de mayor esplendor de un poder político centrado en la actual Andalucía.

Un pedazo de tela atado a un palo ya servía en la más remota antigüedad para distinguir y singularizar a las diferentes comunidades humanas. La primera bandera apareció con el primer pueblo, con la primera tribu que hizo la guerra. La bandera es el símbolo que nos une y nos congrega, que aglutina nuestras voluntades en torno a una idea compartida, que reclama un compromiso de afecto hacia nuestra tierra.
«Una verde bandera que se ha hecho de la aurora blanca un cinturón, despliega sobre ti un ala de delicia. Que ella te asegure la felicidad al concederte un espíritu triunfante».

2ª. Aprobación del Escudo de Andalucía.

Nuestro escudo estará inspirado en el de la gloriosa ciudad de Cádiz,
germen de nuestro pueblo andaluz, tras Tartessos, en los tiempos primitivos; «Los regionalistas o nacionalistas andaluces nada vinimos a inventar. Nos hubimos de limitar simplemente a reconocer, en este orden, lo creado por nuestro pueblo en justificación de nuestra historia»
Nuestra empresa de restauración cultural merece un Hércules juvenil, expresión de la fuerza eternamente joven del espíritu, domando o coordinando la fuerza instintiva de los estímulos animales, representada por dos leones; para reflejar la antigüedad de nuestro pueblo, nada mejor que acudir a las entrañas de los primeros tiempos, aquellos en los que dioses y hombres; hombres y héroes; héroes y leyendas convivían en la fantasía y en la voluntad de toda comunidad de otorgarse un pasado mítico y grandioso, desde el que forjar su propia y particular historia.

3ª. Aprobación de los Lemas andaluces.

En el escudo aparecerán dos lemas. El primero, en el arco de medio punto, sobre el fondo de los colores andaluces y en latín indicará: «Dominator Hercules Fundator». A sus pies la leyenda «Andalucía para sí, para España y la Humanidad».

La inspiración andaluza, volcada hacia dentro en su propio esfuerzo y responsabilidad, tiene como fin dar a España cuanto por sí llegase a crear con la propia energía. Esto es, tiene por superiores incentivos a España y la Humanidad, para las cuales ella anhela lograr en hechos propios el devenir creador de su alma privativa. Cuando su colectividad asume y siente como suyo un escudo, entonces lo transforma en imagen viva y compartida, en plasmación expresa de un proceso y de unas aspiraciones históricas que él representa y con las que todos se identifican.

4ª. Dar a conocer “el Ideal Andaluz”.
De la intensa desazón que produce en el ánimo de este Presidente la sombría realidad del jornalero de nuestra tierra, de la tremenda injustica de su indigna y lóbrega existencia, nace este Ideal andaluz que quiere convertirse en una búsqueda de la realidad profunda de nuestra tierra. Sólo desde esta base podremos construir un nuevo futuro, un proyecto que se sustente en una manera diferente de entender la dignidad humana, una nueva luz que alumbre un porvenir que entierra de forma definitiva las estrecheces y miserias de tantos hogares desolados.
El objetivo último consistirá en la conformación histórica de Andalucía como pueblo, sustento del nuevo ideal. El principio básico defiende que el pueblo andaluz ha existido siempre y, por tanto, se tratará de devolverle el conocimiento de su ser en la historia. Sólo desde ese conocimiento será posible la emancipación y la liberación, al despertar la conciencia regional colectiva. Este ideal será el marco de referencia para todos aquellos que en el presente y el futuro pongan sus esperanzas y su trabajo en el proyecto andalucista.
(Blas Infante se levanta y abandona el estrado una vez finalizada su intervención, marchándose por donde entró).

CORTADO DE LA PRESENTACIÓN
De su Casares natal, Blas Infante incorporó a su vida y a su obra el azul límpido de su mar Mediterráneo, la sobriedad radiante de los montes de su tierra y el dolor de una realidad social anclada en la injusticia y en la miseria más degradante de los jornaleros andaluces.

Bebiendo de esas fuentes, quiso aquilatar y poner en el centro del escenario español, una rica tradición preñada de hitos insignes, de acontecimientos singulares, de personajes referenciales, no obstante condenados al ostracismo por una larga cadena de circunstancias que fueron dejando a nuestro pueblo en las orillas mismas de la historia.

Pero esa singularidad de nuestro pueblo andaluz, nunca la pensó como un elemento de confrontación, como una realidad nacional excluyente de otros pueblos y de otras culturas. Por el contrario, su Andalucía estaba firmemente comprometida, no sólo con los valores solidarios de su vinculación a España, sino además con los valores universales de su alma abierta y acogedora de tantas y tantas culturas y civilizaciones peregrinas por los caminos de nuestra piel árida y entrañable a lo largo de los siglos.

Puente de culturas, camino de sueños y de aventuras forjadoras de futuro, Andalucía sigue siendo un crisol en el que los andaluces hemos adquirido y forjado nuestro permanente compromiso de solidaridad con los demás pueblos y con la Humanidad, como bien pone de manifiesto nuestro himno.