Ese amor

1. Ese amor,  ese amor,            
que te llega en un momento
y sin darte apenas tiempo
te destroza la razón.
Ese amor, ese amor, ese amor,
que te tiene acorralado,
que sin estar a tu lado
siempre está en tu corazón.
Ese amor, ese amor, ese amor.
Qué cerca estás de mi pecho (bis),       
qué lejos de mi pasión;
deja de jugar conmigo
y llévate este dolor.
2. Ese amor, ese amor,
que te coge por sorpresa,
que te convierte en su presa
y no (te) deja respirar.
Ese amor, ese amor, amor, ese amor,
que siempre te da la espalda
y que te engancha en su falda
para no soltarte más.
Ese amor, ese amor, ese amor.
Qué cerca estás de mi pecho.

3. Ese amor, ese amor,
ese amor de terciopelo
que te envuelve con su velo
y no te deja escapar.
Ese amor, ese amor, ese amor,
que no quiere estar contigo,
que no quiere ser tu amigo
ni que le des tu amistad.
Ese amor, ese amor, ese amor.
Qué cerca estás de mi pecho…
4. Ese amor, ese amor,
ese amor que no se entera,
que no quiere que lo quieras
que está entregado a otro amor.
ese amor, ese amor, ese amor,
que no conoce tu pena,
que te corre por las venas
sin saber qué es el amor.
Ese amor, ese amor, ese amor.
Qué cerca estás de mi pecho…

El amor se fue volando

Cada atardecer en Ronda

1. El cielo azul de la tarde
en Ronda se hace poesía
cuando el puñal de la noche
empieza a matar el día.
Y Ronda, siempre en el centro,
sueña con el horizonte,
ataviada de encinares
y circundada de montes.
2. Cada atardecer en Ronda
deja un lienzo diferente
y como un juego de magia,
la magia se hace presente.
Y Ronda, siempre en el centro…
3. Cuando va a acostarse el sol
una lágrima carmín
se derrama por su rostro
porque se tiene que ir.
Y Ronda, siempre en el centro…
4. Cada atardecer en Ronda
se hace un milagro de Dios:
¡silencio, mucho silencio!,
que se está poniendo el sol.

Y Ronda, siempre en el centro…

Vicente Espinel

1. Guitarra, poemas, Ronda,
Vicente Espinel,
el alma de nuestra tierra
atrapada en un papel,
notas volando en el tiempo,
versos que ruedan en él.
Poeta primero
que Ronda engendró,
para seguir tu sendero
yo quiero ser tu escudero
como Marcos de Obregón.
2. Redondillas y cuartetas,
décimas enamoradas,
palabras que traen los vientos,
palabras, dulces palabras
que como flechas  caminan
y como dardos se clavan.
Poeta primero
que Ronda engendró,
para seguir tu sendero
yo quiero ser tu escudero
como Marcos de Obregón.

3. Con su sabia pluma en ristre,
su sotana y su bonete
caminó por los senderos
haciendo caminos siempre,
abriendo nuevas veredas
aun a costa de perderse.
Poeta primero
que Ronda engendró,
para seguir tu sendero
yo quiero ser tu escudero
como Marcos de Obregón.
4. Faro y guía de poetas
y de genios consagrados,
vivió Vicente en la Corte
como maestro de sabios
y Ronda siempre latiendo
en su corazón serrano.
Poeta primero
que Ronda engendró,
para seguir tu sendero
yo quiero ser tu escudero
como Marcos de Obregón.

Alberti

ESTRIBILLO
Préstame tus alas,
Déjame tu pluma, Rafael,
Para cantar,
para cantarle a mi tierra
como tú cantaste al mar.
1. Con ese mismo color
Con que pintas la bahía,
Yo quiero pintar el sol
Que baña esta tierra mía:
luz que se vuelve pasión
al bañar la Serranía.
ESTRIBILLO
2. En esta tierra que piso
yo quiero ser marinero,
marinero en tierra firme
con alas en mi velero,
navegando por las nubes,
en la tierra marinero.
ESTRIBILLO.
3. Lo mismo que tu paloma
se equivocaba,
yo ando de un puerto a otro puerto
sin encontrar las palabras,
confundiendo los colores,
los rumbos y las miradas.
ESTRIBILLO
4.- Tu corazón sigue vivo
navegando en tus salinas
y en las ondas de ese mar
que acaricia tu bahía:
agua salada que endulza
los dolores  /quebrantos) de la vida.
ESTRIBILLO.

La vida

1. A solas conmigo voy,
conmigo y mis pensamientos,
a solas conmigo siento
lo que soy y lo que no soy.
Lo que soy y lo que no soy
y si me encuentro contigo
no sé si vengo o me voy.
Eres quien turba mi sueño,
sin ti no encuentro la paz
y cuando estoy a tu lado (vera) (bis)
añoro mi soledad.
2. Yo no sé por qué las cosas
tienen que ser como son:
¡Ay! cuantas veces la vida,
sin pesar y sin dolor,
entrega su recompensa
a quien nunca la buscó.
3. Cuando la vida se emperra,
subir es como bajar,
andar como estar parado
y amar lo mismo que odiar;
ser honrado o sinvergüenza,
ser un sabio o un patán.
¡Ay! cuantas veces la vida
es lo mismo que intentar
echar la caña en un río
donde no puedes pescar.
4. Algunas veces la vida
nos acuna entre sus brazos
y nos viste de colores
y nos lleva de la mano
y va cubriendo de flores
el camino que pisamos.
En esos casos la vida
está tan bonita que,
aunque caigas de cabeza,
ella te pone de pie.